miércoles, octubre 12, 2005

Líneas transversales de nuestro Proyecto Educativo

LÍNEAS TRANSVERSALES DE NUESTRO PROYECTO EDUCATIVO:

4. Las líneas de nuestra acción educativa, vienen definidas desde el núcleo carismático de nuestro SER COMPAÑIA DE MARIA. Se destacan, junto a las permanentes, otras que a través de la evolución de la Compañía y por las características que se van marcando en cada momento, se convierten en transversales.

Mirada contemplativa a la realidad para transformarla.
Valor de la Persona. Dimensión humanizadora desde el Evangelio.
Diálogo Fe-Vida, Fe-Cultura, Fe-Justicia, Fe-Ciencia-Tecnología.
Atención a las situaciones más necesitadas de salvación.
Desde la perspectiva de los pobres y excluidos.
En corresponsabilidad con otros y otras.
Desde una Comunidad, que forma para lo comunitario.
Opción por la juventud, la mujer y la familia.
En continua búsqueda y discernimiento.


ACENTOS:

5. En estas líneas se marcan unos acentos, que vienen dados por la realidad de hoy37:
a. Ante la dinámica de globalización en nuestro mundo, crear conciencia de responsabilidad universal.
Ayudar a las personas y a los grupos a afirmar su identidad.
Favorecer que cada persona se sitúe como heredera y constructora de una cultura.
Entrar en diálogo con otras identidades, reconociéndolas y respetándolas.
Promover la amistad y el encuentro entre los pueblos.
Crear conciencia ecológica.
b. Ante la complejidad del mundo, formación del pensamiento, de la conciencia crítica, de la creatividad.
Enseñar a: saber ser, saber
sentir
saber pensar,
saber hacer,
saber estar,
saber convivir.
c. Ante un sistema excluyente que genera dramas humanos, la compasión y el amor preferencial a los más pequeños.
Acercar la educación al mundo de la exclusión.
Seguir dando pasos en la complementariedad Educación Formal-Educación no Formal.
Atender preferentemente a los que más lo necesitan
Educar para la justicia, la solidaridad, el compromiso.
d. Ante el mal que destruye a la persona, la formación de la conciencia ética y moral.
Anunciar la Buena Nueva del Amor y la Misericordia y denunciar las causas del mal.
Educar para la libertad personal y la responsabilidad con el otro.
Comprometerse en la defensa de la Vida y de los Derechos fundamentales de la Persona.
Formar en la Bioética desde la visión cristiana.
e. Ante el individualismo, el encuentro con la persona, grupos e instituciones.
Educar para el diálogo, la convivencia, la complementariedad.
Promover el sentido de comunidad y fraternidad. Contribuir a la formación de tejido social; de redes de solidaridad.
Formar para la verdadera democracia.
f. Ante los avances científicos y tecnológicos, la construcción de un Nuevo Humanismo.
Recrear la tradición Humanista de la Compañía.
Promover la conciencia de que la ciencia y la tecnología son medios al servicio de la persona.
Incorporar los nuevos medios a nuestra tarea educativa; aprender a utilizarlos críticamente.

g. Ante el fenómeno contrastante de increencia y búsqueda de trascendencia y nuevas expresiones religiosas, el anuncio explícito de la persona de Jesucristo.
Aportar un horizonte de sentido desde la cosmovisión cristiana.
Favorecer el diálogo ecuménico, interreligioso e intercultural. 38

h. Ante un mundo marcado por la dimensión masculina, educar en el equilibrio de los géneros para restablecer el plan de la Creación querido por Dios.39
Ayudar a cada persona a encontrar la armonía de sus potencialidades, desde la propia identidad.
Potenciar actitudes y prácticas que capaciten a varones y mujeres a resituar su papel en la familia, en la sociedad y en la Iglesia.

La explicitación de estos acentos en nuestra práctica educativa requiere en nosotras y en todos los educadores, formación permanente, profesionalidad; inversión en recursos de todo tipo, discernimiento, en cada caso, de los medios que ayuden al crecimiento integral de la persona.40
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37. Cf. C.F.L. 36-44
38. Cf. V.C. 101-102: T.M.A. 53 y 55
39. Cf. V.C. 57-58
40. Cf. V.C. 97


PRIORIDADES:

6. La realidad del mundo, vista desde la sensibilidad que nos viene del Carisma, nos lleva a ahondar en las implicaciones que nos plantea:

a. La Juventud, campo preferencial de nuestra acción apostólica. Como educadores nos llama a:
Ahondar en la subcultura juvenil para establecer relaciones educativas.
Fomentar una pedagogía de la relación y el reconocimiento, que permita acompañar sus procesos y opciones.
Promover proyectos de prevención de las situaciones de nesgo.
Formar en los valores cristianos y propiciar experiencias orientadas al compromiso en la construcción de una sociedad más justa y más humana: voluntariado...
Vivir de tal manera que nuestra vida sea una alternativa válida; explicitar la propuesta de Vida Religiosa en el momento adecuado, dentro de los procesos de maduración cristiana. 41
b. La mujer. En una sociedad marcada por estructuras patriarcales y esquemas androcéntricos, las mujeres estamos surgiendo como nuevos sujetos y actores sociales; nos sentimos llamadas a caminar juntas:
En el redescubrimiento de nuestra identidad. 42
En los procesos de dignificación y participación social y política.
En el intento de llegar a una plena integración en la vida eclesial. 43
En la re-creación de nuestra Vida Religiosa, desde nuestro ser de mujeres. 44

c. La familia, afectada hoy por el impacto de fuertes cambios socioculturales y económicos 45 tiene hoy una nueva configuración que nos exige: 46
Profundizar en el nuevo concepto de familia desde lo ético y lo antropológico
Discernir los retos que esa situación presenta a nuestra acción evangelizadora
Acompañar a los padres y madres de familia en su tarea educativa estructurante de vínculos y valores.
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